¡Feliz Día del Amor!! ❤️
Este 14 de febrero lo celebro al estilo La Otra Romi 😎🌱: destacando a un verdadero gladiador del amor en la naturaleza…
¡¡El ciervo volante!!
Conocido como ciervo volante, escarabajo de Darwin o cantabria (Chiasognathus grantii), estos escarabajos son todo un espectáculo en estas fechas, que es precisamente cuando se encuentran en plena época reproductiva…
Así que te voy a contar la historia de la primera vez que pude presenciar estas batallas campales.
Corría el año 2020, era 24 de febrero, y habíamos llegado recién al lago Yelcho. Uno de nuestros primeros destinos recorriendo la Carretera Austral. Nos disponíamos a armar la carpa, cuando escuché que algo caía en la hojarasca junto a mí.
Para mi sorpresa, ¡era un ciervo volante! 🪲
La carpa rápidamente pasó a segundo plano y vamos sacando la cámara de fotos. El sector realmente era un paraíso para estos escarabajos. Jamás había visto tantos en mi vida.
¡Había cientos de ellos! Y literalmente caían del cielo.
Estaban en plena época reproductiva y se podía ver a los machos escalando por la corteza de los árboles para llegar a las hembras en lo alto de las copas. En el camino, al encontrarse con otros machos, los rivales libraban intensas batallas con sus mandíbulas hasta que el vencedor lograba botar del árbol al otro (he ahí el porqué de la lluvia de escarabajos de Darwin ).
Y así se la pasaban todo el día… luchando por el derecho a reproducirse. Con algunos vencedores y otros menos afortunados, que terminaban desmembrados (el suelo estaba lleno de cadáveres también).
¡Todo un espectáculo! 😍
A partir de sus observaciones en el sur de nuestro país, Darwin explica que los machos de esta especie compiten entre sí forcejeando y empujándose hasta caer del árbol con sus grandes mandíbulas.
Así, en teoría, el macho con las mandíbulas más grandes y fuertes tendría mayores posibilidades de reproducirse con una hembra (la cual posee mandíbulas mucho más pequeñas).